Your browser doesn’t support HTML5 audio
SERIE: DE LA CASA AL PALACIO
Todos enfrentamos momentos en los que el miedo nos paraliza, como aquel ejército israelita que tembló ante Goliat. Sentirse intimidado es humano —Jesús mismo sudó angustia en Getsemaní—, pero la clave no está en no sentir, sino en actuar a pesar de. David no era un soldado, pero su fe se forjó en batallas íntimas: leones, osos y noches solitarias cuidando ovejas (1 Samuel 17:37 NTV: «El Señor que me libró de las garras del león y del oso… ¡me librará de este filisteo!»). ¿Qué «pequeñas victorias» has ganado en lo privado que Dios quiere usar hoy? Tu pasado con Él es el manual para tu presente.
El menosprecio —de otros o de tu propia mente— intentará convencerte de que no estás preparado. Saúl vio a David como un simple pastor, no como un guerrero. Pero David no se defendió a sí mismo; recordó *la obra de Dios en su vida*. Cuando los gigantes de la enfermedad, las deudas o las relaciones rotas griten mentiras, ponte «los audífonos del cielo»: sintoniza Sus promesas, no el ruido (Romanos 8:31 NTV: «Si Dios está de nuestra parte, ¿quién podrá estar en contra nuestra?»). La gente juzga por lo que ve; Dios actúa por lo que Él ya sembró en ti.
Descargar “E16: INTIMIDADOS / SERIE: DE LA CASA AL PALACIO” INTIMIDADOS.mp3 – Descargado 0 veces – 9,84 MB