SERIE: DECONSTRUYENDO PARA CONSTRUIR
Cada día me doy cuenta de la importancia de controlar nuestros pensamientos y llevarlos a la obediencia a Cristo. Entiendo que mi mente es un campo de batalla crucial donde se decide si caigo en pecado o vivo en victoria. Para lograr una verdadera transformación, debemos entregar el control de nuestro corazón a Dios, aceptándolo no solo como Salvador, sino también como nuestro Señor. Esto implica un arrepentimiento genuino y permitir que el Espíritu Santo y la Palabra de Dios nos guíen.
Además, necesitamos ser desafiados a examinar nuestros pensamientos y creencias, identificando aquellos que nos alejan de Dios. Muchos de estos pensamientos son engaños que hemos creído durante años y que es necesario derribarlos para conocer la verdad divina. Para ello, debemos ser intencionales en nuestra relación con Dios, dedicando tiempo a la oración y al estudio de la Biblia. Solo así podremos fortalecer la mente y evitar que se llene de pensamientos negativos y pecaminosos.
Se hace necesario tomar decisiones conscientes sobre lo que permitimos que controle nuestra mente. Si alimento mi vida con el Espíritu de Dios, viviré en abundancia y paz. Pero si permito que la naturaleza pecaminosa me domine, terminaré en destrucción. La clave está en decidir qué pensamientos permito que se instalen en mi mente y en ser proactivo en buscar una relación más profunda con Dios. Reflexiona hoy sobre cómo está tu vida espiritual y procura tomar acciones concretas para vivir en libertad y en obediencia a Cristo.
Dios siempre llega Justo a Tiempo
P. Elias Hoyos
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