SERIE: DECONSTRUYENDO PARA CONSTRUIR
La hipocresía espiritual es como un cancer silencioso… cuando Jesus habla a los fariseos sobre ser libres, lo primero que ellos dicen es: no necesitamos ser libres pues ya lo somos, eran tan duros de corazón que negaban que estaban viviendo en esclavitud tanto física porque eran sometidos por el imperio Romano y espiritual por cuanto no reconocían que era pecadores, también Jesús les dice sepulcros blanqueados.
Corremos el peligro de creernos buenos siendo pecadores, puedes tratar de convencerte que estás bien, pero tarde que temprano todo saldrá a la luz.
Es por ello que Jesus dijo: Tengan cuidado con la levadura de los fariseos.
En la hipocresía existe una inconsistencia entre lo que se piensa y se hace o se dice, esto con la finalidad de no revelar nuestra verdadera personalidad. En este sentido, la hipocresía es engañar a los demás; es una de las tantas formas que adquiere la mentira.
Ese el problema de la HIPOCRESÍA DE LOS FARISEOS endurece el corazón y nos hace jactarnos de tener luz y estar en la verdad justificando nuestros actos con apariencia de piedad, pero nuestro corazón está totalmente en tinieblas, esa clase de hipocresía jamás te deja ser libre y te condena pues jamás te dejará admitir que eres pecador.
Sino admitimos que somos pecadores hacemos a Dios mentiroso y no llegaremos a confesar nuestros pecados para ser limpiados.
Dios siempre llega Justo a Tiempo
P. Elias Hoyos
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