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No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
S. Juan 14:1-3 RVR1960
¿Alguna vez has extrañado estar en casa? Creo que si has viajado constantemente, entonces te ha pasado, ¿cierto?
Puedes estar disfrutando de muchas cosas pero al final: extrañas tu casa, tu lugar, ese espacio donde sabes que tienes la libertad de expresarte y descansar.
Todo en Dios de trata de casa, de relación, de familia, es por ello que Jesús le expresa a los discípulos que: en la casa de mi padre, muchas moradas hay.
Nunca podremos entender esta palabra y que tan importante es para Dios si hoy no es nuestra casa física el lugar que amamos y en el que anhelamos estar, si el concepto que tenemos es equivocado.
Hoy es lo que Satanás más ha atacado y dañado, hemos creído el concepto equivocado de familia y por lo tanto podría decirte que está en vía de extinción, hoy tenemos personas que sólo quieren poder salir a la calle porque ya no aguantan más estar «encerrados» en casa, maltrato intrafamiliar y desprecio, hogares disfuncionales.
Hoy el concepto de casa es el de un lugar donde no queremos volver más sino del cual queremos salir corriendo.
Necesitamos reflexionar y volver al principio que Dios estableció, un concepto sano de hogar donde la relación basada en su amor es lo importante para superar todo obstáculo.
Dios siempre llega JUSTO A TIEMPO
P. Eliashc