Siempre estamos determinados a hacer lo que queremos, de pequeños siempre buscamos independencia, crecemos con un chip en contra de la sujeción a la autoridad.
Si mis padres no me hubiesen con amor corregido de diferentes maneras, me hago esta pregunta:
¿Estaría hoy aquí?
Evitar la corrección para no perturbar a los hijos es un grave error, la disciplina en Dios es sinónimo de su amor.
Debemos aprender a diferencia el maltrato de la corrección, maltratar no está bien, pero eso no significa que el contacto físico se vuelva una excusa para evitar corregir a nuestros hijos.
La Biblia nos da muchos consejo sabios acerca de la corrección oportuna y en amor y la importancia de hacerlo correctamente recordando al que se corrige que aunque duela es necesario para enderezar su camino.
HEBREOS 12:11 enseña que la disciplina no es bien recibida pero da frutos de bendición.
Dios siempre llega JUSTO A TIEMPO
P. Eliashc
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