Siempre nos enseñaron que llorar era solo para las niñas, que los hombres no lloran y que era sinónimo de debilidad.
Jesús no lo enseñó de esa manera, al contrario, dejó algo bien en claro: dichosos, bienaventurados, alegres los que lloran porque ellos recibirán consolación.
Evitar sentir dolor es imposible para el ser humano, negar la existencia del dolor es simplemente reprimirlo y reaccionar mal todo el tiempo contra las demás personas buscando sacar de una u otra manera manifestar el dolor que llevamos dentro.
Nunca pienses que el dolor que llevas por dentro es malo, al contrario, entiende que solo te quiere llevar a volver a Dios donde está el verdadero consuelo.
Una persona que ha recibido el consuelo de Dios es libre, tiene paz y gozo y sabe vivir la vida, es por ello que Jesús los describió de esta manera: son bienaventurados.
No escondas más ese dolor, es necesario atravesar por el valle de lágrimas pero recuerda siempre, el único consuelo que necesitas es el que viene de Dios.
Dios siempre llega JUSTO A TIEMPO
P. Eliashc
Descargar “¿LLORAR ES DE DÉBILES?” LLORAR-ES-DE-DEBILES.mp3 – Descargado 0 veces – 11,52 MB