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La historia de Charles Blondin cruzando las cataratas del Niágara en una cuerda floja nos enseña una valiosa lección sobre la fe. Aunque miles de personas aplaudieron y creyeron en su capacidad para realizar hazañas increíbles, cuando se les preguntó quién estaba dispuesto a subirse a su espalda, todos se quedaron en silencio. Esto nos muestra que es fácil hablar de fe y aplaudir las hazañas de otros, pero cuando se trata de poner nuestra fe en acción, especialmente en momentos de prueba, es cuando realmente se pone a prueba su autenticidad.
La fe genuina no solo se manifiesta en palabras, sino en acciones y decisiones diarias. La Biblia nos enseña que la fe, al igual que el oro, debe ser probada para demostrar su calidad. Las pruebas y tribulaciones que enfrentamos en la vida no son para destruirnos, sino para fortalecer nuestra fe y demostrar su autenticidad. Conocer a Dios a través de Su Palabra y nuestra relación con Él es fundamental para fortalecer nuestra fe. No se trata solo de creer que Dios existe, sino de seguirle y vivir según Su voluntad.
Enfrentar los retos y dificultades de la vida con paciencia y perseverancia es esencial para fortalecer nuestra fe. Dios nos reta no para avergonzarnos, sino para equiparnos y llevarnos a un nuevo nivel de confianza y relación con Él. La verdadera fe se manifiesta en nuestra disposición a obedecer a Dios, incluso cuando no entendemos completamente lo que viene por delante. Reflexiona sobre tu propia fe y cómo se manifiesta en tu vida diaria. ¿Estás dispuesto a «subirte a la espalda de Blondin» y confiar en Dios en medio de las pruebas? Que nuestra fe sea más preciosa que el oro y siempre estemos dispuestos a seguir a Dios y hacer Su voluntad.
DIOS SIEMPRE LLEGA JUSTO A TIEMPO
P. ELIAS HOYOS