¿Hasta qué punto estamos dispuestos a seguir a Cristo y vivir como El vivió?
Unas de las cosas que podemos destacar de la vida de Cristo es la capacidad de amar a las personas hasta el punto de dar sin esperar nada a cambio. Jesús nunca dio pensando en lo que iba a dejar de tener, fue desprendido en todo, es más, ni siquiera tuvo el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse.
La Biblia nos habla de un joven que quería el cielo pero tener el corazón en la tierra, es decir, quería amar a Dios y merecer la vida eterna pero no estaba dispuesto a despojarse de todo lo material que tenía, demostró que pudo más su amor a los bienes terrenales que entrar al reino de los cielos.
Hoy deberíamos reflexionar ¿cuál es el lugar que lo terrenal está ocupando en nuestra vida? ¿Somos agradecidos con lo que tenemos o todavía estamos inconformes dejando de disfrutar lo que el señor nos ha dado hoy?
Lo material va y viene, pero lo eterno permanece.
Dios siempre llega JUSTO A TIEMPO
P.ELIASHC
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