En Juan 14:1, Jesús nos da un consejo vital: «No dejen que el corazón se les llene de angustia». Este mensaje resuena profundamente en un mundo donde las presiones externas pueden fácilmente abrumarnos. A menudo, nos dejamos llevar por lo que vemos y escuchamos, sin darnos cuenta de que nuestra salud emocional depende de lo que elegimos permitir en nuestro corazón y mente. Si comenzamos el día alimentando nuestras mentes con malas noticias o situaciones estresantes, es probable que eso afecte nuestra paz interior y nuestras decisiones.
Es fundamental reconocer que la forma en que gestionamos nuestras emociones impacta directamente en nuestra salud física y mental. Muchas enfermedades hoy en día están ligadas a un estado emocional desequilibrado. La clave está en aprender a filtrar lo que nos rodea y a tomar responsabilidad por nuestras reacciones. No podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor, pero sí podemos decidir cómo respondemos. En lugar de culpar a otros por nuestro malestar, debemos enfocarnos en cuidar nuestro corazón y en tomar decisiones que promuevan una mente sana.
Finalmente, cultivar una relación cercana con Dios es esencial para encontrar esa paz que sobrepasa todo entendimiento. La confianza en Él se construye día a día, y no se limita a momentos esporádicos de oración. Dedicar tiempo a la meditación, a la lectura de la Palabra y a la comunidad nos ayuda a mantenernos enfocados en lo positivo y lo edificante. A medida que enfrentamos las dificultades de la vida, recordemos que somos responsables de lo que anidamos en nuestros corazones. Al elegir pensamientos y actitudes que reflejen la paz de Dios, podemos enfrentar cualquier desafío con esperanza y fortaleza.
Dios siempre llega Justo a Tiempo
Pastor Eliashc
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