Hoy, me pregunté si hay algo que pueda molestar a Dios. Aunque sabemos que Dios es amor y misericordia, es importante considerar si su paciencia y amor tienen límites. A veces, caemos en extremos, pensando que podemos pecar sin consecuencias o que Dios no tendrá misericordia con todos. Pero la verdad es que el amor y la misericordia de Dios están siempre disponibles para todos, especialmente para aquellos que reconocen sus errores y se arrepienten.
Sin embargo, no debemos abusar de la gracia de Dios, pensando que podemos pecar a voluntad y luego simplemente arrepentirnos. La vida es incierta y breve, y no debemos dar por sentado el tiempo que tenemos para buscar a Dios. Nuestra relación con Dios no debería ser una lista de tareas o un ritual vacío; debe ser una conexión profunda y personal, donde lo amamos y lo obedecemos porque él es bueno y digno de ser amado.
En última instancia, conocer a Dios significa más que solo saber de sus milagros o de su poder para sanar. Significa entender su carácter, su amor, su justicia y su santidad. Cuando nuestra relación con Dios se basa en el amor genuino y la comprensión de quién es él realmente, podemos permanecer firmes en nuestra fe, incluso en tiempos de dificultad. La salvación es más importante que cualquier milagro, porque es una relación eterna con Dios. Por eso, oremos para que nuestro entendimiento de Dios sea claro y nuestras motivaciones para seguirlo sean puras y basadas en el amor genuino.
DIOS SIEMPRE LLEGA JUSTO A TIEMPO
P. ELIAS HOYOS
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