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En el devocional pasado, recordamos las palabras de Jesús sobre las señales en nuestro camino y la importancia de prestar atención a nuestro corazón. Nuestro corazón no solo es emocional, sino también mental y conductual, influyendo en nuestras acciones y decisiones. Al igual que un carro tiene sensores que indican cuando el tanque de gasolina está vacío, nosotros también tenemos señales que nos alertan cuando algo no está bien en nuestras vidas. Ignorar estas señales puede llevarnos a situaciones difíciles y dolorosas.
Es crucial entender que nuestra mente y corazón necesitan ser renovados constantemente. Una mente enferma puede afectar nuestro cuerpo y nuestras acciones. La paz que Jesús nos ofrece es un regalo que supera todo entendimiento y nos permite enfrentar las adversidades con estabilidad. Sin embargo, para experimentar esta paz, debemos mantenernos conectados a Dios y filtrar la información que recibimos, evitando que el engaño del mundo nos desenfoque.
Finalmente, es esencial tomar tiempo para retanquear en la presencia de Dios. Al hacerlo, limpiamos nuestra mente y corazón de residuos negativos y experimentamos la libertad que solo Él puede dar. No podemos seguir adelante con nuestras propias fuerzas; necesitamos la gracia y la paz de Dios para vivir con propósito y gozo. Reflexiona hoy sobre el estado de tu corazón y conéctate con Dios para renovar tu combustible espiritual.
DIOS SIEMPRE LLEGA JUSTO A TIEMPO
P. ELIAS HOYOS
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