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SERIE: CONTAMINADOS
En nuestra vida diaria, cuidamos nuestro hogar físico sacando la basura y manteniéndolo limpio para vivir en un ambiente saludable. De la misma manera, debemos cuidar nuestra vida espiritual. A menudo, vamos tan rápido en la vida que olvidamos prestar atención a aquellos detalles que pueden contaminarnos espiritualmente. Satanás es experto en engañarnos y desviarnos del propósito de Dios, haciéndonos creer que basta con creer en Dios y asistir a un servicio religioso una vez a la semana. Sin embargo, la Biblia nos enseña que debemos apartarnos de la maldad y vivir con integridad todos los días.
El apóstol Pablo le aconseja a Timoteo que, al igual que en una casa hay utensilios de oro y plata para ocasiones especiales y utensilios de madera y barro para el uso diario, nosotros debemos mantenernos puros para ser utensilios especiales y honorables en las manos de Dios. Esto significa fortalecer nuestra relación con Dios a través de la oración y la lectura de la Biblia, y evitar conversaciones y situaciones que puedan corromper nuestras costumbres. No podemos permitir que el mundo y sus influencias nos aparten del propósito de Dios. Debemos tomar la decisión personal de apartarnos de la maldad y mantenernos puros.
Finalmente, es crucial huir de las tentaciones y de aquellos lugares y situaciones que nos pueden llevar a pecar. No se trata de confrontar directamente todas las tentaciones, sino de evitarlas y huir de ellas. La Biblia nos advierte que aquel que cree estar firme debe tener cuidado de no caer. Por lo tanto, debemos ser vigilantes y tomar decisiones conscientes para mantener nuestra pureza espiritual. Recuerda que la paga del pecado es la muerte, pero Dios nos ofrece su perdón y su ayuda para apartarnos del mal y vivir una vida que honre su nombre.
DIOS SIEMPRE LLEGA JUSTO A TIEMPO
P. ELIAS HOYOS
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