Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Apocalipsis 3:15-16
Cuando Dios nos corrige es porque nos ama, eso quiere decir que sus ojos están sobre nosotros y quiere alinearnos a su voluntad para caminar siempre en victoria.
Por ahí dice que no hay peor ciego que el que no quiere ver, yo creo que eso es verdad, ¿como ayudas a salir a alguien de un error si el mismo no lo reconoce?
Esta es una de aquellas palabras que no producen entusiasmo, quizá no dan ganas de escucharla porque le huimos a los regalos o a la corrección, por lo general lo que más nos gusta es que nos hablen de Cuan prósperos vamos a ser y que vamos a recibir mucho, pero nada de esto sucederá si primero no somos corregidos.
No hay algo más difícil que tratar de ayudar a sanar a alguien que se considera sano. Quizá esa sea tu situación, cada vez que te dicen algo tu respondes: eso ya lo se, sin embargo sigues cometiendo los mismos errores.
Ser tibio es ser inestable, indeciso, sin compromiso, es como el que dice: me gusta pero no me comprometo, prefiero ser simpatizante…
¿Te parece familiar?
Cuando lo eres comprometido con la vida lo más probable es que la vida misma te vomite, es igual con Dios, cuando no eres ni frío ni caliente, lo más probable es que seas vomitado por Dios.
¿Alguna vez has tratado de tomar agua tibia? Lo primero que produce es ganas de vómitar.
¿Que eres? ¿Frío, caliente o tibio con Dios?
Creo que hoy es el día para decidir…
Dios siempre llega JUSTO A TIEMPO
P. Eliashc
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