Cuantas veces malgastamos el tiempo en cosas que no son prioritarias, en situaciones que consideramos urgentes pero realmente ¿lo es?
Queremos que el día dure 25 horas pero no hemos aprendido a administrar las 24 que ya tenemos.
Muchas veces dejamos para mañana lo que debería resolverse hoy y nos dejamos llevar por motivaciones equivocadas del corazón perdiendo tiempo y oportunidades que Dios diariamente nos da.
A David le pasó, cuando era el momento de ir a la batalla se quedó en el palacio, no era el tiempo para descansar era el tiempo para estar de pie junto a su ejército en la batalla, al estar fuera de tiempo haciendo lo que no era el momento de hacer, comenzó a tomar decisiones más basadas en su deseo que en la voluntad de Dios y esto lo llevó a consecuencias muy graves para El y su familia.
Que no nos pase lo mismo que a David, oremos a Dios y pidamos sabiduría para aprovechar bien el tiempo y ser oportunos en él porque los días se van acortando y sin malos.¿Que estás haciendo con el tiempo que Dios te da hoy?
Reflexionemos.
Dios siempre llega JUSTO A TIEMPO
P.ELIASHC