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A veces en la vida sentimos que las dificultades son gigantes imposibles de vencer: problemas de salud, conflictos familiares, pérdidas o miedos que nos paralizan. Sin embargo, Dios es un Dios de oportunidades y su propósito para ti no caduca, aunque el año termine y no veas avances claros. La Biblia nos recuerda que Jehová está con nosotros como un poderoso gigante (Jeremías 20:11 NTV), y que nada ni nadie podrá prevalecer contra quienes confían en Él. Cuando sientas que un gigante aparece en tu camino, no huyas ni te paralices, porque esa dificultad puede ser la señal de una gran oportunidad que Dios está preparando para ti.
El ejemplo de David enfrentando a Goliat nos enseña que no importa cuán grande o fuerte sea el problema, si conoces a Dios en lo íntimo, puedes enfrentarlo con valentía. David no se dejó intimidar porque había aprendido a ver la mano de Dios en sus procesos anteriores, y sabía que Dios le daría la victoria. Así mismo, tú tienes experiencias y milagros que Dios ha hecho en tu vida para recordarte que Él pelea por ti. Romanos 8:28 (NTV) nos dice que «Dios trabaja en todas las cosas para el bien de quienes lo aman y han sido llamados según su propósito.» Cada gigante es una oportunidad para crecer, para confiar más y para avanzar hacia el propósito que Dios tiene reservado para ti.
P. Elias hoyos
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