SERIE: CARTAS DESDE LA PRISIÓN
La alegría y el gozo en el Señor son elementos fundamentales para una vida plena y abundante. Como nos recuerda el apóstol Pablo, el fruto del Espíritu Santo incluye características como el amor, la paz, la paciencia y, sobre todo, el gozo. Este gozo no es algo pasajero o dependiente de las circunstancias, sino que es un regalo eterno que Dios nos ha dado a través de Su Espíritu.
Aun en medio de las pruebas y dificultades de la vida, podemos mantener una actitud de alegría y regocijo en el Señor. Como dice Santiago 1:2-3 en la Nueva Traducción Viviente: «Considérenlo puro gozo, hermanos míos, cuando se enfrenten a diversas pruebas, pues saben que la prueba de su fe produce perseverancia». Es en esos momentos cuando más necesitamos aferrarnos a la verdad de que nuestro gozo no se basa en lo que sucede a nuestro alrededor, sino en nuestra relación inquebrantable con Dios.
P. Elias hoyos