Cada día tiene una ocupación nueva, un nuevo afán pero también nuevas oportunidades. Jesús lo dijo: cada día trae su propio afán, es por ello la importancia de saber administrar el tiempo y enfocarnos a hacer lo que hoy demanda hacer y no estar pensando hoy en lo que podría pasar mañana ni tampoco programar para mañana lo que hoy podríamos realizar.
Dejar para mañana lo que hoy puedes solucionar será añadirle al nuevo día una carga más.
Aprende a enfocarte en lo que hoy es urgente y necesario, mañana traerá su propia oportunidad.
Dios siempre llega JUSTO A TIEMPO
P. Elias hoyos
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