SERIE: CARTAS DESDE LA PRISIÓN
Tú eres mucho más de lo que ves en el espejo. Si has entregado tu vida a Cristo, llevas dentro de ti la vida misma de Dios. Eres un representante del cielo aquí en la tierra, un embajador con una identidad y misión eternas. Por eso, cada paso, cada palabra y cada decisión importan. No se trata solo de «portarse bien», sino de recordar que tu ciudadanía está en el cielo, como dice Filipenses 3:20 (NTV): «Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, donde el Señor Jesucristo vive». Vive hoy con esa conciencia: donde estés, representas a Jesús.
Reflexiona: ¿Tus acciones, tus conversaciones y tus elecciones reflejan que eres embajador de Cristo? Imagina que Él está a tu lado en tu trabajo, en tu familia, en tus redes sociales o en tus momentos de ocio. ¿Cambiarías algo? No se trata de ser perfecto, sino de ser consciente. Como dice 2 Corintios 5:20 (NTV): «Por lo tanto, somos embajadores de Cristo». Un embajador conoce bien a quien representa y actúa en consecuencia. Hoy puedes empezar: antes de decidir, pregúntate: «¿Esto honra a quien represento?».
P. Elias hoyos