SERIE: CARTAS DESDE LA PRISIÓN
Dios nos hace llamados que requieren urgencia y determinación, pues conllevan un costo elevado. El llamado de Dios es uno de esos llamados urgentes y relevantes que nos lleva a renunciar a aquello que no le agrada, tal como lo hicieron hombres y mujeres a lo largo de la historia bíblica. Así como Jesús renunció a sus privilegios divinos para hacer la voluntad de Dios, Él espera que nosotros también estemos dispuestos a renunciar a todo por Él.
Personajes como Abraham y Moisés respondieron al llamado de Dios con un «Aquí estoy» (Génesis 22:1, Éxodo 3:4), sin poner excusas ni condiciones. Ellos entregaron todo lo que Dios les pidió, incluso lo más preciado, demostrando así su profundo amor y confianza en Él. De la misma manera, Pablo desde la cárcel entendió la actitud de Jesús y estuvo dispuesto a renunciar a todo por agradar a Dios (Filipenses 3:8).
P. Elias hoyos