Decir que creo en Dios debería ser el resultado de una vida dependiente de El, sin embargo, nos quedamos en solo creer y seguir viviendo a nuestra manera.
Nos cuesta depender de Dios, queremos seguir la vida que pensamos es la correcta, anulando cualquier consejo de Dios para cambiarla, parece ser que recibimos a Jesús como salvador pero cuando se trata de recibirlo como señor nos cuesta.
Aprender a depender de Dios es de vital importancia si queremos disfrutar de sus bendiciones y de la vida abundante que nos ha prometido, vivir a nuestra manera nos alejará cada día del verdadero propósito de vida en Cristo Jesús.
¿Realmente dependes de Dios o de ti mismo?
Dios siempre llega JUSTO A TIEMPO
P. Eliashc
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