SERIE: PARÁBOLAS DE JESUS
Cada día que Dios nos permite vivir es una nueva oportunidad para disfrutar de su amor y misericordia. Desde el momento en que abrimos los ojos, estamos recibiendo una invitación a vivir una vida en abundancia, comenzando por la decisión de recibir a Cristo en nuestro corazón. El problema no es Dios, sino nosotros mismos. A menudo, nos negamos a aceptar su invitación porque queremos vivir a nuestra manera, enfocándonos en nuestras propias prioridades y olvidando lo que realmente importa.
La parábola de la gran fiesta en Mateo 22 nos enseña que Dios siempre está dispuesto a darnos más, pero muchas veces no estamos dispuestos a recibir. Nos quejamos de lo que no tenemos y nos enfocamos en nuestras preocupaciones mundanas, olvidando las bendiciones que ya tenemos. Dios nos invita a su fiesta, a disfrutar de su gracia y amor, pero a menudo nos negamos a ir porque no consideramos relevante su invitación. Sin embargo, la oportunidad está ahí, y depende de nosotros aceptarla.
Hoy, Dios nos está invitando a abrir nuestros corazones y a recibir su gracia. No importa cuán pecador te sientas, la sangre de Cristo puede perdonar cualquier pecado. La invitación está abierta para todos, y depende de nosotros aceptarla. Reflexiona sobre tus prioridades y decide hoy mismo aceptar la invitación de Dios. No te pierdas la oportunidad de disfrutar de la vida en abundancia que Él te ofrece. Abre tu corazón y recibe a Cristo, y verás cómo tu vida cambia para bien.
DIOS SIEMPRE LLEGA JUSTO A TIEMPO
P. ELIAS HOYOS
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