E09: GRANDES OPORTUNIDADES

SERIE: DE LA CASA AL PALACIO

La vida no nos cambia cuando todo está tranquilo, sino cuando el suelo tiembla. Las crisis no son accidentes, sino herramientas en las manos de Dios para revelar el potencial que llevamos dentro. Como David, que pastoreaba ovejas mientras Dios preparaba su destino como rey, nosotros también somos moldeados en lo invisible. Dejar de resistirnos al proceso y confiar en que Él ya tiene la salida (incluso si no la vemos) nos libera de la queja y nos enseña a ver la adversidad como un puente, no como un muro. «Hermanos, considérense alegres cuando tengan que enfrentar pruebas de diversa índole, porque saben que su fe, al ser puesta a prueba, produce perseverancia» (Santiago 1:2-4 NTV).  

El enemigo no teme a tu comodidad, sino a tu alabanza en medio del caos. Cuando los filisteos invadieron Judá (que significa alabanza), buscaron robarle a Israel su conexión con Dios. Así hoy, la queja, el desánimo o la pregunta «¿por qué a mí?» son trampas para silenciar tu fe. Pero cada crisis es una invitación a elegir: ¿renunciarás al propósito o te aferrarás a la certeza de que Dios está obrando? 

DIOS SIEMPRE LLEGA JUSTO A TIEMPO 

P. ELIAS HOYOS