SERIE: DIOS QUIERE VERTE ARDER
Dios nos invita a entender que cada sueño, respuesta y promesa tiene su temporada perfecta (Eclesiastés 3:1 NTV: «Hay un tiempo para todo, y una temporada para cada actividad bajo el cielo»). Como Abraham y Sara descubrieron, nuestra impaciencia nace de querer controlar el «cuándo» y el «cómo», limitando a Dios a nuestras calculadoras humanas. La verdadera fe comienza cuando dejamos de medir las promesas divinas con el reloj terrenal, y confiamos en que Él orquesta cada detalle, incluso lo biológicamente imposible (Génesis 18:14 NTV: «¿Acaso hay algo demasiado difícil para el Señor?»).
La prueba más dura no es esperar, sino seguir creyendo cuando todo parece estancado. Dios usa los tiempos de espera para desarraigar nuestra dependencia en recursos propios y enseñarnos a recibir por gracia, no por esfuerzo
Pastor Eliashc