Hoy quiero compartir una profunda reflexión sobre cómo las divisiones y las percepciones equivocadas pueden afectar nuestras vidas de manera significativa. Dios siempre llega a tiempo, y su mensaje para nosotros hoy es claro: la unidad es esencial para nuestra prosperidad y bienestar. Las familias son el núcleo de la sociedad, y cuando este núcleo se debilita, todo lo demás sufre. Satanás sabe esto y utiliza la división como su arma más poderosa para destruir relaciones y oportunidades.
En muchas ocasiones, nos encontramos en situaciones donde las percepciones equivocadas llevan a decisiones erróneas y a la decepción. Esto puede suceder tanto en nuestras relaciones familiares como en otras áreas de nuestras vidas. Es crucial entender que las personas fallan y que esperar demasiado de alguien puede llevarnos a la decepción. En lugar de centrarnos en las expectativas que tenemos de los demás, debemos aprender a amar sin esperar nada a cambio y a encontrar paz y esperanza en Cristo Jesús.
DIOS SIEMPRE LLEGA JUSTO A TIEMPO
P. ELIAS HOYOS
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