SERIE: CONFLICTOS INTERNOS
Todos hemos experimentado momentos de enojo y frustración cuando algo o alguien nos provoca. Sin embargo, la Biblia nos advierte que debemos tener cuidado con nuestras reacciones, pues «airáos, pero no pequéis» (Efesios 4:26). Satanás busca provocarnos para que caigamos en pecado y nos alejemos de Dios. Cuando nos dejamos llevar por la ira, terminamos empeorando la situación en lugar de resolverla.
La clave está en reconocer que la lucha no es física, sino espiritual. Cuando Penina provocaba a Ana, su intención era hacer que Ana respondiera con enojo (1 Samuel 1:6). De la misma manera, Satanás busca aprovechar nuestros conflictos internos para que caigamos en la provocación. Si no aprendemos a mantener la calma y confiar en Dios, terminaremos siendo esclavos de aquellos que nos provocan. Como dice Proverbios 16:32, «El que tarda en airarse es mejor que el valiente; y el que domina su espíritu, que el que toma una ciudad».
P. Elias hoyos
