SERIE: CARTAS DESDE LA PRISIÓN
En lugar de dejar que la ansiedad te domine, Dios nos invita a cambiar nuestra preocupación por oración. La preocupación nos hace enfocar en lo que no podemos controlar, pero la oración nos recuerda que hay alguien más grande que cualquier problema. Como dice Filipenses 4:6-7 (NTV): «No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que pueden entender». Practica esto: cada vez que sientas miedo o estrés, detente y ora con honestidad, como si hablaras con un amigo de confianza.
Descansar en Dios no significa quedarse sin hacer nada, sino hacer tu parte con responsabilidad y confiar en que Él hará lo suyo. Es como buscar trabajo: preparas tu hoja de vida, sales a buscar oportunidades, pero crees que Dios abrirá las puertas correctas en el momento indicado. Santiago 4:3 (NTV) nos advierte: «Y aún no obtienen lo que desean porque no se lo piden a Dios o piden con malas intenciones». Aprende a actuar con fe, pero también a esperar con paciencia, sabiendo que su tiempo es perfecto.
P. Elias hoyos