SERIE: CARTAS DESDE LA PRISIÓN
En un mundo donde creemos que la felicidad depende del éxito, el dinero o el reconocimiento, muchos viven vacíos, ansiosos e insatisfechos. La verdadera paz no es la ausencia de problemas, sino una sensación profunda de plenitud que nace desde dentro. Como dice la Biblia: «¡Dios les dará su paz, esa paz que tan solo él puede dar y que el mundo no entiende! Esa paz cuidará sus corazones y sus mentes mientras vivan en Cristo Jesús» (Filipenses 4:7 NTV). Esta paz no viene de lo que tienes, sino de Quién te sostiene.
Para experimentar esta paz, es necesario cambiar el enfoque: en lugar de preocuparnos, debemos orar y confiar. Cuando entregamos nuestras cargas a Dios y agradecemos por lo que tenemos, Él nos llena de una tranquilidad que supera todo entendimiento. «No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho» (Filipenses 4:6 NTV). La paz se cultiva cuando decidimos descansar en Sus promesas y no en nuestras fuerzas.
P. Elias hoyos
