¿QUÉ MÁS NECESITAS PARA CREER?

SERIE: INEXPLICABLE

En el pasaje de Mateo 14, vemos cómo los discípulos se enfrentaron a una tormenta mientras cruzaban el lago sin Jesús. Cuando Jesús subió a la barca, el viento se detuvo y hubo calma. Esto nos enseña que no es lo mismo afrontar las situaciones difíciles sin Jesús que con Él. Jesús quería que los discípulos aprendieran a hacer las cosas a su manera, entendiendo que Él es el centro y lo es todo. Cuando hacemos las cosas a nuestra manera, aunque nos resulten, terminamos cansados, frustrados y decepcionados. En cambio, cuando nos dejamos guiar por Dios, aprendemos a disfrutar de su calma.

Jesús fue intencional al decirles a los discípulos que subieran a la barca y llegaran al otro lado. Él se quedó, porque separados de Él, nada podemos hacer. Como dice Jesús en Juan 15:5: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque sin mí no podéis hacer nada.» Cuando Jesús está en la barca, no hay promesa de que no habrá tormentas, pero sí la seguridad de que llegaremos al otro lado porque Él está allí con nosotros.

Dios siempre llega Justo a Tiempo

P. Elias hoyos