SERIE: BENDECIDOS
Dios nos regala cada mañana una nueva oportunidad para meditar en todo lo bueno que hemos recibido de Él. Debemos recordar que somos más afortunados de lo que creemos, pues mientras haya vida, hay esperanza. Dios nos ha diseñado para la eternidad y quiere que seamos portadores de su gloria y bendición. La bendición de Dios es eterna, Él es el origen de toda buena bendición.
Para disfrutar plenamente de las bendiciones de Dios, es crucial que lo reconozcamos como nuestro Dios verdadero. Cuando conocemos a Dios y mantenemos una relación constante con Él, nuestra fe crece y no hay duda de que Él cumplirá lo que le pedimos. Sin embargo, cuando solo tenemos religión y no una relación personal, dudamos de que Dios pueda hacer algo en nuestras vidas. Debemos abrir nuestro corazón a Dios y reconocerlo como nuestro Padre.
P. Elias hoyos
