SERIE: REPLANTEANDO LA VIDA
Cuando no encontramos la manera en la que queremos hacer las cosas parece que la opción que siempre tomamos es la de terminar o darnos por vencido y más, cuando ya nos sentimos cansados y sin interés alguno.
No me imagino a Jesús en el momento más crítico del desarrollo de su propósito, dejar todo tirado, es decir, renunciando a lo que el padre le había encargado hacer y más al ver que las personas eran desagradecidas, ¿que harías tú?
Quizás pensarías: no se merecen el sacrificio que tengo que hacer, mejor no voy a la cruz.
Esa es la salida fácil: este matrimonio no funciona, entonces divorciémonos, esta empresa no produce, entonces cerremos, esto está complicado lo mejor es no seguir, o quizás habrás dicho: esto no es para mí así que no seguiré.
Esa es la actitud incorrecta, pero ¿que si te dijera que Dios siempre tiene una manera distinta de hacer las cosas?
Así es, El siempre tiene la última palabra, Jesús llego a sanar a este hombre ciego de nacimiento, pero lo hizo de la manera menos esperada, una manera que no tendría a nuestro parecer, sentido, pero el hecho de que parezca no tener sentido no quiere decir que así lo sea.
Todo lo que Dios hace, tiene propósito.
Esta es una clave para entender que no todo ha acabado sino que cada circunstancia, hace parte del plan de Dios.
Cada proceso tiene una enseñanza y siempre va acompañado de una salida, la pregunta del millón es si tú quieres ser obediente y dejarte guiar por Dios o seguirás haciendo las cosas a tu manera.
Necesitamos replantear la manera en que vemos y vivimos la vida…
Dios siempre llega JUSTO A TIEMPO
P.ELIASHC
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