Rendirse es fácil, levantarse y volver a empezar cuesta, sin embargo, cuando Dios está contigo es más fácil.
Hay momentos en los que nuestra voluntad se quiebra, esto le pasó al profeta Elias, después de ver a Dios actuar de manera poderosa, se estaba rindiendo, se había cansado y tenía ganas de desistir.
Algunas veces podemos sentirnos así, quizá por el cansancio podemos llegar al punto de dejar todo a un lado y no continuar, pero esa no es la voluntad de Dios.
Cuando Dios vio que Elias estaba a punto de retroceder, no estuvo a su lado para llorar con el, al contrario, le visitó y le dio sustento para luego decirle: levántate otra vez porque hay un largo camino por recorrer.
Hoy vengo a decirte de parte de Dios que no todo ha acabado, levántate porque todavía hay camino por delante.
Dios siempre llega JUSTO A TIEMPO
P. Eliashc
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