E15: UNA VISITA INESPERADA

SERIE: PÉRDIDAS QUE ACTIVAN PROPÓSITOS

Cuando Dios te habla, es importante que guardes sus palabras en tu corazón y esperes pacientemente a que Él cumpla sus promesas. A veces, Dios nos pide que hagamos cosas que no entendemos completamente, pero debemos confiar y obedecer. Como la viuda del relato, debemos involucrar a nuestra familia en los planes y propósitos de Dios, incluso cuando ellos no los comprendan. «Porque mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni sus caminos son mis caminos», declara el Señor. (Isaías 55:8 NTV)

Mantener en secreto los planes de Dios hasta que se manifiesten puede ser una estrategia efectiva para evitar que la gente los cuestione o no los entienda. Al igual que Abraham, debemos obedecer a Dios sin explicar todo a los demás. «Entonces Abraham respondió: ‘Dios mismo proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío'». (Génesis 22:8 NTV) Las pérdidas y los desafíos de fe pueden ser oportunidades para que Dios active un propósito eterno en nuestra vida y nos convierta en un testimonio para otros. «Porque sé los planes que tengo para ustedes», dice el Señor. «Son planes para prosperarlos y no para hacerles daño, planes para darles esperanza y un futuro». (Jeremías 29:11 NTV)

Cuando Dios te hable, escucha y obedece, sin importar lo que los demás piensen. Involucra a tu familia en Sus planes y espera pacientemente a que Él cumpla Sus promesas. Recuerda que Dios tiene un propósito eterno para tu vida, incluso en medio de las dificultades. Confía en Él y deja que tu testimonio inspire a otros a creer en Su fidelidad.

P. Elias hoyos