Es tremendo cuando la vida nos cambia quizá en un abrir y cerrar de ojos y sobre todo cuando no es como esperábamos.
Por lo general soñamos y planeamos una vida ¿cierto? Comenzamos a sacar cuentas del tiempo, el dinero y todo lo que tenemos que hacer para llegar a alcanzar algo, algunos dicen: a esta edad me voy a casar, después que termine la carrera abriré mi propia empresa, comprare esto o aquellos, en fin, nos hacemos a tantos proyectos que cuando nos pasan los años comenzamos a darnos cuenta que estamos donde nunca planeamos viviendo lo que no esperábamos. ¿Te ha sucedido?
Es allí cuando la frustración, el enojo y el desánimo llegan… Esta vida esta llena de sorpresas y muchas veces no nos preparamos para ellas, sin embargo, Dios siempre ha estado allí para brindarnos su apoyo, ayuda y amor sin condición.
Aprender a entregar el control a Dios es entender que aunque no salgan las cosas como esperamos, El hará que sean mucho mejor.
Dios te va a sorprender, no te dejes llevar lo el dolor del momento, mañana será una risa constante, lo que sembraste con lágrimas el Señor permitirá que recojas con regocijo…
Dios siempre llega JUSTO A TIEMPO
P.Eliashc
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